Cómo cambiar la cerradura de una puerta.
Puede ser por necesidad o porque quieres mejorar la seguridad de tu hogar, que te hayas decidido a cambiar la cerradura de la puerta. No es para nada complicado. Pero debes tener en cuenta algunas características antes de comprar una cerradura e instalarla.
No todas las cerraduras son iguales, ni son compatibles entre sí. Deberás diferenciar entre cerraduras embutidas y cerraduras de sobreponer. En el primer caso, has de medir las dimensiones de la caja y si coinciden los orificios para el eje de las manillas y el bombín.
Una cerradura es una caja metálica cerrada con tornillos, remaches o pestañas en cuyo interior se encuentra la petaca, que apalanca la puerta, y una serie de muelles, pletinas y engranajes para desplazar el cierre y contraer el muelle del pestillo.
En ocasiones, una cerradura deja de funcionar porque una de sus piezas se ha desencajado. Sucede también con las cerraduras de puerta blindada. Si puedes abrir la caja y volver a colocar la pieza en su sitio, sin que se te desmonte todo el interior, a lo mejor no es necesario cambiar la cerradura.
Todas las cerraduras para puerta tienen un orificio metálico, con forma cuadrada o hexagonal, que atraviesa el eje de la manivela. Esa palanca, o pomo, que tenemos en el lado interior (cerradura puerta exterior) o en los dos lados (cerradura puerta interior), para contraer el pestillo. Debemos asegurarnos de que está a la misma distancia del borde y a la misma altura que en la cerradura antigua.
La cerradura tiene otro hueco para instalar el bombín. Ambos orificios deben coincidir en la cerradura nueva y en la vieja. El fabricante o el instalador han troquelado la puerta para colocar estos elementos.
En las cerraduras embutidas, las que se instalan dentro de la puerta, la caja nueva debe coincidir con la vieja en grosor, altura y profundidad. Si la que acabamos de comprar es menos profunda, pero tiene los orificios para el bombín y la manivela compatibles con la antigua, es posible que nos sirva.
Si vamos a colocar una cerradura para puerta de madera, y la nueva es unos milímetros más profundos, con un formol y un martillo, podemos agrandar el hueco y encajarla.
Para comprar la cerradura de puerta te recomiendo que acudas a la ferretería con la cerradura vieja desinstalada, un metro de mano y un calibre pie de rey, y te asegures que todos los parámetros coinciden.
Enséñale la cerradura antigua al ferretero y pídele una igual o compatible. No la compres sin más. Exígele al dependiente que tome las medidas de comprobación necesarias y cerciórate de que te ofrece garantía para descambiarla en el caso de que no te sirva.
Cambiar una cerradura es muy sencillo, es cuestión de quitar los tornillos. En encontrar una cerradura compatible es donde está la complicación, si no tomas las medidas, te puede llevar mucho tiempo encontrar la adecuada.
Cerradura para puerta exterior.
Una cerradura tiene una vida útil superior a los 50 años. Hay cerraduras de llave gorja centenarias, engrasadas con grafito, que funcionan perfectamente. Yo no te recomiendo cambiar la cerradura a no ser que se estropee.
Los cerrajeros aconsejan cambiar de cerradura para puerta exterior cada 10 o 15 años. Es normal que lo hagan, es su trabajo y viven de ello. Pero no es necesario. La gran mayoría de cerraduras son de bombín extraíble, con cambiar el bombín es suficiente.
Antes de hacerlo, visita nuestro post “Que debes saber antes de cambiar el bombín de la cerradura” en el que te explicamos qué tipos de bombín existen y qué características debes valorar antes de instalar uno nuevo.
Una de las cuestiones que debes tener en cuenta en los cambios de cerradura, para realizar un trabajo fino, es que la placa para fijarla a la puerta cubra los agujeros antiguos o coincida con ellos. No es bonito tener el canto de la puerta agujereado como un queso gruyer.
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En las cerraduras de puerta de aluminio, los agujeros para los tornillos deben coincidir. Se tratan de tornillos de rosca chapa, donde el propio orificio hace la función de tuerca.
Por lo general, no es necesario cambiar la chapa del hueco del marco de la puerta donde encaja el pestillo. Si lo hacemos es por razones estéticas. No tiene ninguna complicación, viene fijado con dos tornillos.
Cerraduras para puerta interior.
Son cerraduras sencillas, en las que normalmente solo viene el muelle que contrae el pestillo. Necesitarás desmontar las manillas para extraerla. En una de las dos manivelas suele haber un tornillo, que se afloja con una llave Allen y permite desmontar todo el conjunto.
Si estás pensando en cambiar la cerradura por cuestiones estéticas; por ejemplo, tienes unas manijas doradas y deseas colocar unas niqueladas, existe una gran variedad de manillas en el mercado, con sustituir este elemento es suficiente. El nivel de compatibilidad es más alto que en las cerraduras.
Existen algunas cerraduras para puerta interior con llave o seguro. El bombillo suele estar colocado sobre la manivela o debajo de esta. Con un cuarto de vuelta desplazan una palanca metálica situada detrás del pestillo que inutiliza el muelle.
En sistemas más antiguos vienen con una pequeña petaca que bloquea la puerta. Un funcionamiento parecido a las puertas de los armarios. En este caso, una llave tipo gorja mueve unas pletinas, haciendo el mismo efecto que la leva de un bombín.
Cómo colocar una cerradura de sobreponer.
La cerradura de sobreponer es aquella en que la caja no está embutida en el interior de la puerta, sino atornillada en su lado interior. Suele tener el bombín soldado al mecanismo. Es un sistema estupendo para aumentar la seguridad.
Si no se procede a una sustitución, será necesario perforar la puerta con un orificio de 3 centímetros de diámetro para que insertar el bombín. Para instalar la cerradura precisamos: un taladro, una broca para madera de 3 mm, una broca de corona, broca de pala o broca fostner de 25 o 30 mm, lima para madera, un destornillador plano, otro estrella, un lápiz y un metro de bolsillo.
Pasos para colocar una cerradura de sobreponer:
- Tomamos medidas. Con un lápiz señalamos donde queremos colocar la cerradura. Intentaremos alinearla con las otras cerraduras de la puerta. Si el bombín principal lo tenemos a 6 centímetros del borde, marcaremos una distancia similar.
- Perforamos la puerta. Con la broca de 3 mm atravesamos toda la puerta por el punto que hemos marcado. Este agujero nos servirá de guía para hacer el orificio del bombín. Con la broca de corona taladramos la mitad de la puerta, por un lado, y la otra mitad por el otro. De esta forma evitaremos que se nos agriete. Introduciremos el bombín en el agujero. Si no encaja bien perfilaremos el orificio lijando con la lima.
- Atornillamos la cerradura. Con un lápiz marcamos los 4 puntos por donde atornillaremos la caja. Es recomendable abrir el agujero unos milímetros con una broca fina para madera, así entrarán mejor los tornillos. Colocamos la cerradura y la atornillamos.
- Colocamos el cerradero. Una vez atornillada la caja, con la puerta cerrada y la llave echada, colocamos el cerradero. Se atornilla sobre el marco de la puerta. Suelen adaptarse bastante bien, pero si es necesario para asentarlo, siempre podemos hacerle una caja, para encajarlo en el marco, utilizando el formol y el martillo.
- Ponemos el escudo embellecedor. Colocada la cerradura y asegurándonos de que funciona bien, terminamos el trabajo poniendo en la parte exterior un escudo que esconde el agujero que hemos hecho para instalar la cerradura. Suele fijarse con cuatro tornillos pequeños con cabeza de cruz.
Estos son a grandes rasgos los distintos tipos de cerradura que puedes encontrar, y los factores que debes valorar para comprarlas e instalarlas. Profundizaremos más en este tema en artículos posteriores.
Cómo cambiar la cerradura de la puerta del coche.
Un capítulo aparte sería cambiar las cerraduras de nuestro coche. En teoría bastaría con quitar el revestimiento interior de la puerta, localizar los tornillos que anclan la cerradura, extraerla y comprar una cerradura compatible en una tienda de repuestos de automóvil. Sin embargo, la realidad es mucho más compleja. En los coches actuales, los mecanismos de cierre están conectados a los sistemas electrónicos del automóvil. Las llaves y cerraduras deben estar sincronizadas con el ordenador central del coche por medio de chips y otros sistemas de codificación. Por eso, para esos casos, recomendamos visitar esta web: https://experienciausa.net/cerrajero-de-carros-cerca-de-mi/ antes de realizar ninguna operación.
Como hemos visto, en la mayoría de los casos, cambiar una cerradura es un trabajo que puedes realizar tú mismo, pero deberás valorar una serie de cuestiones antes de ponerte manos a la obra. Tómate tu tiempo, estamos hablando de tu seguridad.